Regla #423 para hacer enemigos

Siempre digo que muchos de mis conocidos son expertos en hacer de un desconocido un enemigo, no sé cómo pero lo hacen, ni siquiera pasan por la fase de compañero o conocido y menos de amigo, se saltan muchos pasos... pero hoy me doy cuenta que yo también tengo mi maña, y sin darme cuenta claro.

La semana pasada tuvimos un taller con una maestra y desde el principio no quería ir, justo cuando me convencían no me sentía bien (por esos días estaba enfermo) y decidí no ir, aunque me dijeron que estuvo bien, que era más humana la maestra que en clase.
Total que debíamos pagar por el taller y eran $100, por asistir te dan un diploma y como ni otros dos de mis compañeros ni yo fuimos pues nos dieron el diploma pero sin la firma de la maestra (o sea la ponente del taller).

Entonces pasa a una amiga a recoger el dinero y le dije de broma "todavía me cobra... que me ponga mi firma"
Pero claro como siempre tan distraído que no me di cuenta que la maestra me veía con sus ojos planeando una venganza y es que oyó la conversación pero como sé que no le caigo bien ahora lo tomará de pretexto para lanzarme indirectas. Y lo sé porque lo hizo luego (sí, es muy vengativa pero la verdad me es indiferente siempre que no se pase de la línea de lo profesional/personal a lo netamente personal). Cuando comenzó la clase preguntó quién quería leer parte de un manual que íbamos a revisar, como está algo enferma de la garganta no podía, y al ver que nadie levantaba la mano dijo: "quién quiere leer... es gratis" y la verdad me dio mucha risa y le iba a decir que yo sólo para molestar pero sé que si me agarró con indirectas va a ser peor para mí porque es la que tiene en sus manos mi calificación y no voy a rebajarme sólo por un tonto juego que ella iniciará.

Al final esperaré qué viene ahora. Pero algo aprendí, que me consigo enemigos sin querer y sin darme cuenta, les juro que toda la gente que me ve con malos ojos es tan indiferente en mi vida que no sé qué digo o hago para que me odio, simplemente sé que estoy como mis amigos, que agarran pleito sin saber por qué ni cómo.