Por un momento me sentí con una sensación de desesperanza, difícil de describir porque no era acompañado de esa tristeza típica sino de un vacío extraño pero familiar. Eran poco más de las 10 de la noche y lo primero que pensé fue que si en realidad quería lo que tenía, no material ni nada, sino la vida que llevo, actualmente está muy revuelta y sinceramente absorbida por el mundo académico, y es algo a lo que me resigno, pero ¿es realmente lo que quiero? No, lo sé, pero no puedo hacer mucho de todas formas.
Me quedé pensando mucho en ese momento, en lo que pudo haber sido si no hubiera pasado algunas cosas que pasaron en el último semestre, incluso en el último año, y en términos generales no me gustó el desagradable sabor que me dejó, pero creo que no pudo haber sido de otra forma peor, alejarse de esa persona, conocer otras personas, aceptar algunos compromisos e iniciar en lugares conocidos.
Al final no sé qué tanto venga, y sé que el gris puede tornarse negro, y seguramente así será en un momento. Pero no puedo decir que me arrepiento, me quejo sí, pero así soy siempre.
Veamos qué pasa después.