Contaban que no vivía más ahí, contaban que había muerto o en un mejor caso sólo había enfermado, algunos más decían que estaba de vacaciones o simplemente se había mudado, pero ninguna historia convencía.
Sólo las dudas desaparecieron cuando se asomó por la ventana, después de tantas vidas pasadas y encontró que su vista era la misma, sólo que más colorida.
El tiempo pasa y no perdona, pero sólo cambia, no mata.
-------------------------------------------------------
No sé desde cuándo no me asomaba por la ventana de mi cuarto, pero acabo de hacerlo y veo que las casas vecinas tienen nuevos colores, aunque la visión sea la misma.
0 comentarios:
Publicar un comentario