Es aquella niña de ojos grandes, de cabello largo o cabello rizado, la calza botas o calza zapatillas, la que tiene la mirada perdida y la que tiene corazón frágil, pero se ha templado con el tiempo. La que abandonó la ilusión, la que abandonó la idea del amor y la que renunció a los prejuicios. Quizá es aquella que no encontró otra opción, quizá es aquella que deseaba más pero encontró su callejón sin salida.
Ayer la vi, subida en esa motocicleta mientras el viento daba una esperanza de un buen día, mientras el viento levantaba su pequeño vestido y mostraba aquellas piernas que dejaron de ser de ella hace mucho tiempo. Mientras aquél hombre que iba manejando la motocicleta sólo se imagina lo mucho que se divertiría ese día, aunque eso le cueste el cuarto.
2 comentarios:
Muy pero muy lindo. Pero algun dia, quiza, entendere que changos tienen las.. emm... cómo decirles sin que se escuche feo... pues las "señoritas servidoras" que inspira tanto a los artistas. Sip, algun día...
Saludos!!
me gusto mucho la descripción de la niña!
saludos :)
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