Un viernes cenaba en París, junto al río Sena, al terminar iba con la chica en turno a Ibiza en un fin de semana loco, después me dirigía a Nueva York a comprar más ropa, siempre olvidaba las maletas en el hotel. Y al final, lo mejor de la semana, era ir a buscar chicas, hasta el fin del mundo. Me gusta ir a Venezuela, o Colombia, aunque las rusas no están mal. No importaba quién era, no importaba su nombre y si no nos entendíamos, el único lenguaje era el sexo.
Mi vida siempre giró en torno al dinero, no al tiempo. Vi crecer y caer grandes imperio, pero sabía que nunca me pasaría nada, lujos y más lujos, no conocía límites para nada, en ese momento fui tan tonto para creer que el mundo estaba bajo mis pies.
Fue en 2008 cuando llegó la crisis en Estados Unidos, no me importaba, yo no vivía ahí, nunca he vivido en un lugar específico, siempre viajo, por eso me considero habitante del mundo, aunque nací en la Ciudad de México mi sangre es francesa y española, mi hermana tiene nacionalidad sudafricana, pero es por culpa de los negocios, mis padres viajaban mucho, nacimos en diferentes lugares, si mi madre hubiera tenido a ese último hijo hubiera sido en Australia, pero por el desgaste de su cuerpo lo perdió, eso hizo que se quedara a trabajar en un banco muy reconocido en Alemania. Mi padre un gran empresario multinacional, su empresa exporta desde España a todo el mundo gran cantidad de material para construcción. Mi hermana diseñadora de modas, se estaba abriendo paso por Paris y Nueva York. Y yo, estaba estudiando pero me aburría tanto... dicen que debo estudiar para tomar el puesto de mi padre algún día, pero yo siempre prefería una fiesta.
A finales de 2008 todavía estaba durmiendo en sábanas de seda, fue a inicios de 2009 cuando todo comenzó, mi padre tuvo que despedir una gran cantidad de trabajadores en todo el mundo, pero no eran muchos. A mediados de ese año cerró un par de plantas que tenía en Argentina y al sur de China. El banco alemán en el que mi mamá trabajaba entró en dificultades legales de no sé qué tipo y corrieron a todos.
Mi hermana se quedó con mi madre en Alemania unos meses mientras encontraban solución legal al problema, yo seguía viajando sin ver las noticias.
Fue a finales de 2009 cuando e enteré de la problemática, estaba regresando de un viaje a Canadá cuando me dijeron que las casas en América y Asia las habían vendido, que si quería viajar usará un hotel, algo que negué.
Mi madre comenzó a tener problemas por su presión, así que se fue a vivir a una villa en Italia, mientras mi hermana abría un pequeño negocio de ropa. Yo seguía sin hacer caso a nada. Perdido en mi propio mundo de lujos, glamur y belleza.
Un día llegaron oficiales a mi casa, preguntaron por mi padre y se lo llevaron, iban a sacarlo del país fue lo que me enteré después, pero camino al aeropuerto varios trabajadores que habían perdido su trabajo lo dejaron herido, cerraron el paso al auto y lo bajaron a golpes, perdió la vida horas después en un hospital.
Mi madre no se enteró hasta que pasaron dos semanas, los socios de mi padre intentaban aconsejarme pero yo no supe tomar decisiones, por eso vino a salvarme mi hermana. Mi madre seguía en Italia pensando que sólo era una visita de su hija a su padre y hermano.
Mi hermana sólo sabía de moda, no de construcción, llevó a la quiebra a la empresa rápidamente. Se suicidó en la que era la oficina de mi padre. Mi madre se enteró por las noticias, llamó a casa y decidió venir a Madrid, donde todavía vivía. Al enterarse de la muerte de mi padre y los problemas económicos que enfrentábamos empeoró, terminó en el hospital.
Vendimos propiedades, vendimos muebles y obras de arte, vendimos incluso el BMW que tanto le gustaba a mi hermana. Al final sólo teníamos la mansión en Madrid y una cabaña de verano en México que no recuerdo haber visitado nunca, pero mis padres conocían bien. El dinero ya no alcanzó y con el último esfuerzo se vendió la residencia en Madrid y nos dirigimos a las afueras de la Ciudad de México para mantener la salud de mi madre.
Su cuerpo agotado por los años de trabajo resistió unos meses más.
Nunca aprendí nada, aunque mis padres eran grandes empresarios yo nunca gané ni un sólo euro, ni un sólo dolar. La gente que me rodeaba me decía como algunos grandes habían crecido y habían caído, me describían como de la noche a la mañana algunos fortunas se habían esfumado, y yo pensé que esa gente estaba loca, porque sabía que nunca iba a pasarme ¡que tonto fui! Ahora veo que esas personas eran amigos que nunca dejé entrar a mi vida, y no estaría en esta situación.
Nunca imagine vestirme con ropa de segunda mano, nunca imagine comer sin cubiertos, nunca imaginé tener que caminar grandes distancias para buscar comida o algo, nunca imaginé que las chicas se alejarían de mí, nunca imaginé que la gente no me reconocería a donde fuera, nunca imaginé que me quedaría sin familia, nunca imaginé que no tendría una casa donde vivir.
Nunca aprendí a trabajar, conforme se acababa el dinero de la venta de la mansión y mi madre empeoraba, iba vendiendo cosas hasta que tuve que comprar un departamento en una zona residencial de la Ciudad de México, tan estúpido fue creyendo que podría pagarla para siempre, y tan ingenuo y egoísta que pensé que podría seguir viviendo entre lujos cuando apenas y podía comer.
Ahora ya no extraño los viajes, ya no extraño mi colección de autos, ya no extraño las cenas costosas en un lugar excéntrico, ya no extraño los miles de "amigos" que conocí, ya no extraño andar con chica, ya no extraño a mi familia siquiera.
Por ahora me conformaría con una moneda que pueda cambiar por comida.
Así como tenía todo lo perdí, y así como fui de egocéntrico soy de indefenso, así como lo tuve todo, ahora no tengo nada.
1 comentarios:
Uff, faltan valores y motivaciones reales en esta existencia superficial. Como siempre, un alivio encontrarte del otro lado Guerrero. Gracias por escribir.
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