El día...

12:50 pm un niño hace el peor dolor que se le puede hacer a una mujer, los doctores dijeron que a esa hora nació pero puede varias incluso por un minuto así que no estamos seguros si los segundos tiran más a 12:51 o 12:49, por eso se promedia en 12:50.

Crecía y creía, con un hermano mayor con el que jugaba, luego comenzaron a haber problemas y esa línea tan fantástica que había entre ellos se fue perdiendo en el tiempo de forma visible, aunque sigue ahí. Luego llegó alguien más a sus vidas y se puede decir que que de la misma forma que este chico llegó, el nuevo integrante se encontraba en casa, sólo que muchos años más chico.

El chico de las 12:50 pm siguió creciendo, tenía amigos en la escuela pero nunca fue fanático de hacer amigos nuevos, aunque nunca ha tenido problemas, era (y es) un chico tímido pero capaz de socializar, es selectivo, un poco arrogante pero también tolerante. Llegó a la secundaria y eso lo marcó mucho, cambio su perspectiva de la vida y conoció de golpe la realidad de la vida, lo hizo cambiar para bien y para mal, pero al final terminó ese momento y eligió cambiar para bien, encontró gente maravillosa que le hicieron ver la luz al final del túnel, cuando pensaba que todo iba a ser así de gris.

Le enseñaron a escribir, ahí por 2006 y si revisan atrás en el tiempo podrán ver una impresión de su vida.

Ha tenido algunos amoríos, pero no le gusta hablar de ellos donde plasma otras cosas con sus dedos, porque cree que no los has superado algunos, y otros es mejor no hablar, no porque hayan sido malos (que no terminaron bien claro) pero el tiempo en que ocurrieron es mejor olvidar.

Confundido en la adolescencia se sentía como el chico raro que debía encontrar una respuesta a su andar, debía encontrar muchas respuestas que sigue buscando. Paso de la creencia al ateísmo, entre ellos la escala de colores como ser agnóstico, paso del humor blanco al sarcasmo, del cinismo a la tolerancia, y de la tolerancia a la indiferencia.

Paso de química a psicología. De sueños a oportunidades. De blanco a negro. De estar sin nada tener más de lo que pudo haber imaginado. De no poder a no querer. De escribir historias de fantasmas a escribir cosas absurdas. De esperar que todo se solucione a tomar iniciativa. De ser consentido a seguir consentido. De saber manipular a manipular más sutilmente. De Blogger a Facebook y Twitter. De la mañana a la tarde. De amor a desamor. De suerte a infortunio...

Y así, un día como hoy, de hace 20 años nací.



...de mi cumpleaños.