El sonido que proviene de algún lugar de la casa, ese sonido que en las películas nos pude anunciar la cercanía de nuestros monstruos de fantasía, ese sonido que nos mantiene despiertos y nos ata a nuestros temores más infantiles. Ese sonido que hace dudar al más valiente.
Simples gotas que agua que caen de un grifo o algún otro lugar (incluso desconocido) y cae con un constante y tétrico danc, danc, danc, danc... un danc que nunca parece terminar, un sonido que nos recuerda que podemos sentir miedo.
Danc, danc, danc, danc...
Nuestros miedos se vuelven líquidos.
Danc, aquella vez que recordabas como alguien con su sonrisa diabólica anunciaba su llegada con esas goteras, como alguien vestido de muchos colores, una cara blanca y sonrisa roja llegaba a saludarte. Aquél payasito que hacía reírte y que ahora podía acompañarte con el dulce sonido de goteras.
Danc. O las veces que imaginabas llegar a tu peor pesadillas por el baño, ese monstruo desollado, con grandes ojos y colmillos tan largos que sólo tu mente podía crear, con aquellos brazos que parecían tentáculos y podía atraparte si apenas imaginabas bajar tu imaginación de la cama.
Danc. O aquella señora de negro que esperaba sentada en un lugar secreto, mientras te llamada con esas goteras.
Danc, danc, danc, danc...
Esos fantasmas que se levantan con simples goteras.
1 comentarios:
Clanc clanc clanc... el sonido de mi nostalgia, de cuando lo mas terrible en el mundo era que se mojara la ropa y lo mas divertido era encender velas cuando se iba la luz.
Saludos!!!
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