Sigue contando

Sara de cabello largo y negro que se confundía entre la tonalidad oscura de sus ojos, se levantó feliz pues faltaban cuatro días para su fiesta de XV años.
No se consideraba popular pero cuando toda su escuela se enteró que haría una fiesta hace un mes hasta los extraños le hablaban. Su sueño era ver a Javier, el chico extranjero que le gustaba. No tenía nada que envidiar a las demás chicas pero por alguna razón Víctor miraba a Violeta, una chica presumida y que sólo estaba con él para presumir.
Sara lo sabía, por eso estaba emocionada que Víctor iría y esa sería la oportunidad de quitarle la venda de los ojos.

Su vestido azul resaltaba su belleza, los cortes perfectos recalcaban su figura, las zapatillas le hacían ver más segura y denotaban su firmeza. No había nada más que esperar para aquél día, contaba las horas...
Contaba tanto las horas que no se dio cuenta del conductor borracho tras aquél carro rojo que la atropelló y le quitó la vida.

Quizá en su velorio pueda hacerse una fiesta.

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En estos días he estado un tanto ausente por cosas de la escuela, cosas personales (no me han dado ganas de quedarme más de 15 minutos frente a la computadora), pero ya espero regresar comentarios y todo.