Circo

Ni en la vida real ni en los sueños, sólo en el circo encuentro mis máscaras usadas como si nada.
Un payaso que nunca entristece y acróbatas que nunca bajan a la realidad.
Miradas felices en un mundo irreal donde no me llaman extraño.
Puedes jugar a ser lo que quieras sólo necesitas poder jugar tu papel.
Elige verlo o vivirlo.
Mi camino es vivirlo pero me da miedo hacerlo, juego de espaldas al auditorio mientras se llena de gente... y es cuando abandono.
Mato al payaso mientras todo ríen lo que parece una rutina.
Juego con tigres que reprimen su instinto de matarme.
Juego con fuego sin quemarme y los niños quieren ser como yo.
Hablo con gente extraña sin que mamá diga que no.
Soy la envidia de muchos, me ven en el circo y quieren ser como yo.
Entre las máscaras de la tristeza el payaso pinta su felicidad.
Las oníricas acrobacias hacen que los trapacistas salgan del mundo.
Buscando un sueño llevan niños a ver cómo sufro.
En medio de gente que quiere ver que haga algo, me siento llorar y espero que no vean lo que sufro, sólo que vean lo que quieren ver... porque la realidad duele tanto que prefiero seguirla pintando.
No puedo jugar con los tigres aunque quiera, porque sólo soy un artista que se volvió payaso.
Esto dejó de ser un circo para volverse realidad.
Pasen, pasen a ver la realidad de cómo me derrumbo entre los pilares que ya no me sostienen...
En medio de un círculo estaba viendo que todo me consume más de lo que acepto y veo que ese círculo es una pista donde yo seré la estrella, pero lo que ellos no saben es que perdí mi arte, por eso me disfracé de payaso y mi rutina es improvisada entre las lágrimas pintadas con maquillaje invisible.
El circo continúa y mi rutina resbala entre más historias.
Pasen, pasen, vean como un chico se derrumba y se lastima. Eso será divertido.