Recuerdo que cuando era niño iba a misa con mis padres, nunca me gustó, de hecho nunca pude creer en algún dios y creo que la poca convicción que tenía agregando que nunca he entendido lo que dicen los curas en misas aunque tenga a lado las bocinas y sumado a repetir cosas que ni conozco (llámese oraciones), levantarse y pararse a cada rato (algunas veces arrodillarse) y lo peor dar la mano a los que anden al rededor tuyo que nunca me ha gustado, aparte de ser un desadaptado social a idea de no saber dónde han estado esas manos no me agrada. Luego el calor que hace y la tortura de ser una hora de misa, si fuera un par de minutos estaría bien.
El sábado fui a misa, sólo fui prácticamente por compromiso porque sabía que iría una personita además de que era mi abuelo al que le hacían la misa y tenía que ir más por compromiso. Pero de ahí en fuera la última misa a la que recuerdo haber ido fue a una primera comunión de una amiga hace unos dos años, antes de eso fue mi primera comunión cuando iba a la secundaria (calcúlese unos 4 ó 5 años).
Aunque a la misa del sábado (a la que fui por compromiso) fue interesante, ya no lo vi através de los aburridos ojos de los niños sino a través de los ojos ajenos culturales, siempre veo en la tele las ceremonias de algunas religiones como la judía o la musulmana, o los trajes de los griegos o rusos ortodoxos que se me hacen muy elegantes y extraños (uno acostumbrado a la típica imagen del cura vestido de negro y con esa cosita de blanco, que no recuerdo cómo se llama, al rededor del cuello) y esas imágenes siempre se me hacen raro de verlas, su cultura ajena a mi vida diaria hace que olvide que el catolicismo es parte de esas costumbre extrañas, analicen el traje de un cura (en este caso llevaba algo que parecía una gabardina morada y bajo ella alguna prenda blanca), las oraciones en sí ya son extrañas, mover un objeto con incienso al rededor de un ataúd emulando la liberación del espíritu y velas al rededor de un cuerpo que hasta hace menos de una semana tenía vida, el regaño que recibimos porque la borregada no sabía persinarse
(Nota religiosa: Hay que persinarse en la frente, la boca y el corazón y al final una cruz que cubre la cabeza y el tronco, porque la cruz en la frente nos ayuda a liberar los malos pensamientos, en la boca las malas palabras y en el pecho los malos sentimientos, al final la cruz grande nos indica la protección general invocando a varias deidades católicas)
Respeto la religión pero me dio risa el regaño que dio el cura a la borregada por eso y además del sermón que añadió para explicar algunas cosas como que si uno no creía no debía hacer nada, o si no se conocía, irónicamente pocos son los que conocen bien su religión, la mayoría sólo sabe que Dios es lo máximo e incluso confunden el nombre de Dios con Cristo (O Chucho para los cuates), por cierto que el Dios que adoran en sí no tiene nombre como Zeus o Alá (su raíz más cercana el Yahveh siendo está una mala traducción).
En fin regresando a lo importante ahora la misa no fue aburrida, me detuve a pensar en todos los detalles que hacen parte de esta religión en particular, pero también vi que estoy infernalmente condenado a la perdición eterna., bueno espero que en el infierno haya buen clima.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.
2 comentarios:
uuuuu, yo tmb tengo mucho sin ir a misa, aunque si he pensado en ir, saludos
Jaja, pues ya nos encontraremos ahi Guerrero (sabes que me he ganado mi lugar a pulso), de hehco pienso que seré como la invitada de honor. Te aparto un buen lugar si quieres.
Qué horror ir a misa, yo siempre lo odie y no creo que pueda verla desde el punto de vista curioso, tengo bastantes prejuicios contra tal acción.
Saludos... no veremos en un futuro.
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