La señora, cuyos hermanos la dejaron abandonada con su padre enfermo y a punto de morir, no tuvo más opción que cuidarlo para dejar que muriera lo más cómodo posible. Vivía a un par de horas de la casa de su padre pero el transporte era una carga que no quería dar, pues sus hijos en la escuela y su esposo con poco ingreso decidió ir a vivir con su padre sus últimos días.
La señora arreglaba la casa, la limpiaba, lavaba su ropa y arreglaba la casa de su padre que había quedado en casi completo abandono desde que su padre enfermó hace unos meses. Una tarde mientras limpiaba el cuarto donde dormía escuchó que tocaron la puerta, abrió y una pequeña niña delgada, con un largo cabello y unos ojos negros penetrantes lograron atravesar parte del mechón de cabello que tenía delante de la cara y cubría parte de su rostro.
La señora preguntó a la niña la causa de su visita, ella le respondió con una voz inocente que el señor que vivía ahí era su amigo pero que ya no lo veía cuando salía de la escuela y se dirigía a casa (vivía pasando la calle), él le ayudaba a la pequeña con su tarea pero en los últimos días no estaba, como cada tarde, esperándola frente a su casa en una silla. Así que decidió ver si todo estaba bien.
La señora le contó que ese señor era su padre, le dijo que estaba muy enfermo y la niña comprendió que esa tarde n o recibiría ayuda. Así que se fue a su casa. Un par de horas después la señora comunicó a su padre la presencia de la niña y aunque él estaba tan enfermo que no respondió, la señora decidió preguntar sobre cómo se conocían y qué tipo de tarea tenía la niña para que él pudiera ayudar considerando que ni siquiera había terminado la primaria y apenas sabía leer y escribir.
Pasaron los días y la niña seguía llegando a la misma hora, 3 de la tarde, preguntando si todavía seguía con vida. La señora asentía y le decía que no se preocupara que él era fuerte e iba a salir de esto, claro sabía que era más un autoconsuelo porque estaba demasiado enfermo su padre. La niña siempre preguntaba y luego se iba a casa.
Conforme pasaron los días la niña comenzó a cambiar, se veía pálida, su voz era más débil... la señora pensó que era la tristeza de que quizá su único amigo que era su padre, ya no estuviera con ella para ayudarle, quizá los papás de la niña la tienen abandonada, quizá trabajan todo el día, quizá... la señora pensaba y pensaba en la niña, cómo podía ayudarla porque conforme pasaban los días se veía más débil.
Un buen día la niña llegó a la misma hora y antes de que preguntara lo mismo la señora dijo "Sigue bien, no te preocupes sólo está recuperándose, esperemos que en unos días más..." pero antes de terminar la frase fue interrumpida por la niña que le dijo con una voz cansada: "¿Puedes ayudarme con mi tarea?" Mientras extendía una pequeña libreta roja hacia la señora, que a su vez la miró de forma extraña. "Me gustaría pero tengo mucho trabajo..." - dijo la señora. "No es difícil es sólo el último ejercicio que no puedo resolver" - respondió la niña. "Está bien, pero deja que termine de guardar unas sábanas que tengo ahí, ya regreso" - Aceptó la señora. No fue más de un minuto que tardó pero la niña ya no estaba.
La niña ya no apareció durante otros cuantos días, la señora preocupada pues cada día que pasaba había visto decaer más y más a la niña, pensó en que se había deprimido la niña y no quería saber más... decidió ir a la casa de enfrente para saber de la niña (no lo había pensado antes de ese momento porque siempre la veía a la misma hora). Pero cuando se preparaba para ir escuchó que su padre estaba gimiendo, se asomó a su cuarto y vio que intentaba levantarse, se arrastraba a la puerta gimiendo, la señora sólo pudo levantarlo y quedarse con él sabiendo que no pasaría más allá de ese día. Cerca de 10 horas después, al rededor de la media noche, la señora no había pensado en nada más que su padre, lo había cuidado pero sabía que prefería que muriera a un lado de ella que en la cama de un hospital así que decidió quedarse a lado de él en su cama para dormir juntos ea última noche, durante todo el tiempo habló con su padre despidiéndose sin recibir más respuesta que el silencio.
Cayó dormida poco más de la media noche cuando el ruido de la puerta la despertó, vio el reloj que marcaba justo las 3 de la mañana. "¿Quién será a esas horas?" - pensó la señora. Caminó y al abrir la puerta vio a la pequeña niña, con el cabello recogido y tan sana que parecía que nunca hubiera tenido problemas, se veía radiante, con esos ojos negros penetrantes y su cabello tan oscuro que podía confundirse con la misma oscuridad infinita del universo. Antes de que pudiera decir algo la señora la niña dijo: "¿Ya entendiste que murió?"
La señora no supo qué decir, no entendía hasta que se dio cuenta que hablaba de su padre, corrió a la habitación donde había dormido con su padre y al entrar vio un cuerpo blanco y frío que yacía en la cama.
La señora no creía la escena que veía, corrió a la puerta intentando salir y vio a su padre a un lado de la niña que seguía en la puerta, su padre le dijo a la señora: "Sólo intente proteger a mi hija todo este tiempo" y desapareció en la oscuridad mientras la niña dejaba en la entrada la libreta abierta con el pequeño problema que necesitaba resolver. La señora sin saber cómo ni por qué logró preguntarle algo a la niña que olvidó en el momento que la pequeña niña también desaparecía en la oscuridad como su padre lo hubiera hecho antes.
La señora salió corriendo en busca de ayuda, aunque más bien corría intentando huir, al salir vio de forma rápida la libreta y el último problema con esa letra inequívoca de su padre, el problema decía: ¿Tu hija o tú? y en una letra garabateada que logró identificar como la de su padre vio que estaba escrito "Yo".
Al seguir corriendo la señora sólo recordaba lo que había logrado entender a la niña cuando le pregunto de forma inconsciente quién era, la niña sólo respondió "El Diablo".
(No soy bueno en esto de las historias, sé que tengo algunos errores en la ilación y demás pero creo que para ser de las pocas que he escrito no es tan mala jojo así que se aceptan todo tipo de críticas por favor)
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.
3 comentarios:
A mi si me gusto(:
Me perdi un poco en la parte de "La señora sin saber cómo ni por qué logró preguntarle algo..." pero con el final me ubiqué ;D
Buena historia.
Saludos!:D
Bueno, te atrapa desde el principio. Me gustó.
Saludos.
bastante buena, jaja, aunque me dio miedo el final, jaja siguele asi, no la hbaia leido proque se veia mucho texto, pero esta bn genial
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