Caminaba por algún laberinto, sólo había un camino hacia adelante, lo seguí hasta que el techo se vino abajo, lo soportaba pero el camino delante mío se iba cerrando, el peso era tanto que no podía moverme, el techo me aplastaba, y tuve que pedir ayuda.
Alguien me dijo, si tu camino delante se cierra, si a los lados no hay escapatoria y si el peso sobre ti te aplasta, entonces sólo te queda un camino: Hacia abajo, húndete.
Entonces me deje llevar por el peso, sentí pasar el suelo y en lo que parecía u mar etéreo logré salir a la superficie, cuando vi estaba sobre los escombros del techo y los escombros habían detenido el cierre del camino delante.
Seguí caminando hacia la luz, feliz de nuevo.
Publicación número 701
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.
2 comentarios:
Jaja, esta muy bueno...
Que loco no? deberiamos hacer eso en la vida real..en vez de ponernos tristes y encerrarnos en que "nos sale todo mal"..buscar otro camino, en este caso..ir para abajo (?)
Que tes bien =)
Dos interpretaciones: que hay que hacerse el camino propio cuando los demás se cierran...o que a veces es necesario llegar hasta el fondo para salir a la luz.
Saludos afectuosos, de corazón...y felicidades por tus más de 700 publicaciones.
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