Ayer debió haber sido el último día de mis cursos de inducción, era el día de hacer deporte y cosas así, no soy fanático para el deporte ni actividades culturales que te limitan ahí (sólo tienen fútbol, básquetbol, escalada, danza y teatro) y sinceramente creí que iban a tener más opciones (como en otras escuelas que hasta tenis tienen) pero no entramos en esos detalles, a lo que voy es que llegamos casi a las 10 de la mañana al lugar citado para realizar esas actividades, cuando nos citaron a las 9... me dio miedo entrar y ya no entramos, de nuevo a casa después de un viaje agotador en el que casi nos perdemos por no saber dónde quedan las cosas.
En fin ayer me di cuenta de algo y es que he dejado de ser menos pesimista, no es que sea pesimista del todo pero me gustaba tener ese aire de pesimismo era divertido (para mí no para los demás, los demás no me importan) también creo que perdí algo de mi tono sarcástico que tanto me gustaba... espero y pueda recuperarlo porque ya voy a ir con puro niño fresa en la universidad y quiero que dejen de ser fresas.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.
2 comentarios:
El pesimismo es lo mejor, jamás te defraudan!
Otra vez, volvemos al tema de los miedos...y ya sabes mi opinión al respecto.
En lo principal, una cosa no implica la otra...no es una situación de opuestos el hecho de que, a menor pesimismo, más "fresitud". Hay que saber escoger las opciones para el sarcasmo, nada más.
Saludos afectuosos, de corazón.
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