Pronto...

Ayer o antier, no recuerdo... eran poco más de medianoche cuando me asomé a la ventana de mi cuarto, como mis vecinos no sé porqué se les ocurrió poner varias cortinas en una reja que tienen en el segundo piso y me tapa la vista a la calle, que tal vez es para tener algo más de privacidad por unos vecinos algo más nacos que hay cerca de ellos... bueno sólo logré ver esas deprimentes cortinas colgando y descoloridas por los rayos del sol y la lluvia, estaba por volver a meter la cabeza dentro de mi cuarto cuando unos destellos rojos llamaron mi atención, lo único que hice fue voltear y vi unas series de color rojo encendiéndose y apagándose a un ritmo soñador, sin preocuparse porque nadie logre verlas más allá de mí y los que las pusieron, sin preocuparse porque nadie sepa de su existencia, me quedé viéndolas un rato absorto en mis pensamientos sobre esas luces, estaba a punto de entrar a mi cuarto para tratar de volver a dormir cuando ese olor llegó, un olor del pasado pero que es tan persistente en esta época, es el olor de esas fechas, de estas fechas a finales de año que te ponen nostálgico, te ponen feliz, te hacen ser más humano con el prójimo. Aquel olor era indiscutible, pero sabía que no sólo provenía de un recuerdo olvidado en mi mente, provenía de más allá, algo real, algo tangible.
Durante el año la naturaleza tiene una forma particular dependiendo de la estación, del tiempo, del lugar, de todo, varía en muchas formas, en octubre por ejemplo en esta parte tiene el olor peculiar de la flor de cempasúchitl y a finales de año comienza ese típico olor de nochebuena que inunda gran parte de las calles y casas.
Y no sé si se deba a un olor natural a flores o algo más pero esta época tiene un olor muy peculiar, y es fácil de identificar como el día de muertos o una tarde de verano. Aquel olor penetró en mí y me di cuenta que se acercan las fiestas de diciembre, esas fiestas tan comerciales que por el simple hecho de nombrarlas ya debería recibir un pago, como un comercial, como nombrar los colores de Santa Claus y hacerle promoción a la Coca Cola, pero dejemos eso para después... les decía que ese olor a hipocresía me lleno, me di cuenta que dentro de poco escucharía sólo palabras buenas de la gente que te desea lo peor, son sólo mentiras envueltas en más mentiras, claro no puedo decir que todos sean así o que en esta época todo sea malo, en esta época algunas cosas empeoran eso sí aunque otras siguen igual y otras mejoran, en esta época que se debe tender la mano al prójimo sólo se hace por un par de semanas, la felicidad cubre al mundo, la alegría el la bandera internacional y los buenos deseos y buenas acciones son el himno internacional... claro todo esto desde masomenos este tiempo hasta que llega el 10 de enero, quizá antes y todo vuelve a la normalidad, donde la gente vuelve a ser eso: gente.
No voy a volver un grinch y a destruir la navidad (o el año nuevo o Nochebuena o lo que sea) sólo que digo que deberían hacer menos escándalo por estas fechas, son simplemente fechas como San Valentín o Noche de Brujas; quizá todavía espero mi milagro de navidad (o mi regalo de Santa), no sé pero espero que algo pase año con año algo interesante, ojala y vea al fantasma de la navidad... aunque creo que eso sería mejor en Halloween.
Como sea empezaré a escribir mi carta a ver si este año aunque sea los Reyes Magos me traen un carbón.