Rumores... chismes... ¿por qué?

Los rumores son especulaciones no confirmadas acerca de un objetivo determinado. Un estudio llevado a cabo por investigadores alemanes descubrió que los rumores afectan nuestro comportamiento hacia otra persona mucho más que la información objetiva que nos llegan de ella.
Según el experimento, las personas condicionan sus actitudes hacia los demás dependiendo de la información que le llega desde otras fuentes que no sean las directas, es decir que los rumores tienen más peso, aveces, que la realidad que se presenta de primera mano por parte de la persona "afectada".
Debido a que los rumores es información rápida y distorsionada de la verdad se dice que los rumores se vuelven información de primera mano y la persona cree que es información real debido a las pocas fuentes de la información. Son funcionales como herramienta para construir reputaciones, además de ser una distracción.
Integrantes del Instituto Max Plack de Plön, Alemania, con ayuda de investigadores de la Universidad de Viena, dieron 10 euros por cabeza a un total de 126 estudiantes, en un juego en el que cada individuo iba cambiando de pareja. Cada vez que uno tenía una nueva pareja de juego, podía ofrecerle dinero o quedárselo, aunque si los otros descubrían su tacañería podían no ser generosos con él. Mientras transcurría el juego, los jugadores se daban información acerca de la decisión de sus antiguos compañeros. Cuanto más generoso había sido un compañero, más tendían a darle dinero y viceversa. Sin embargo, en varias rondas del juego se esparcieron rumores positivos o negativos. Los jugadores se vieron influenciados, aunque desconocieran la fuente de los rumores ni su fiabilidad. La cooperación aumentó en un 20% si el rumor era positivo, y disminuyó en igual porcentaje si era negativo