Disfraz.

¿Quién necesita un disfraz de terror en Halloween cuando todos usan disfraz? 
Les diré que es quien prefiere ocultar las marcas de su rostro, sus ojos apagados por la soledad, los sueños muertos colgando de su cabeza, la inocencia embarrada en la superficie de su piel.

Les diré que no es vano intentó borrar su pasado, no en vano lucho contra sus demonios, no en vano se dejó ganar sabiendo que era la mejor forma de terminar esto.

Debes saber una cosa, tú y sólo tú que lees esto, los demás lectores no imporran ahora, porque el muerto viviente de piel desgarrada, vestimenta de harapos y ojos vacíos ha decidido escribir esto para que sepas que no puede ser él mismo. 

No puede por tu culpa, porque lo miras en la calle como un fenómeno, porque no ves esa luz agonizante en lo profundo de su oscura alma, porque el tiempo ha caído y asesinó su corazón marchito. 

Tú que osas juzgar a quien camina vestido de negro y sin rostro, es a ti a quien pregunto ¿quién necesita un disfraz de terror en Halloween cuando todos usan disfraz? 

Te diré el para qué. La simple razón de la vergüenza, de querer esconderse de quien siempre los ve con ojos divinos para juzgar pero alma diabólica para ayudar, sólo la persona se esconde entre la multitud una vez al año. 
Tú sabrás de quién hablo...

Momento de antisocialidad.

Una amiga que conocí hace unos meses, bueno hace como un año pero me empecé a llevar con ella hace unos meses, es bailarina y conductora en un noticiero local. Me invitó a una obra de ballet ruso que se presentaría en la ciudad pero como había acordado hacer una entrevista a la directora de la compañía tenía que estar dos horas antes de la obra en sí.

Cuando llegamos  no sabíamos por donde entrar, debido a que tuvo problemas con agendar el evento al final no se iba a llevar a cabo pero como bailarina quería entrar a la obra, y de paso arrastrarme con ella (o sea invitarme de colado), cuando llegamos nos presentamos como prensa (yo siendo su acompañante camarografo/redactor/reportero de apoyo/etc.) pero la persona de taquilla no sabía nada sobre prensa así que nos mandó a la entrada de los bailarines por camerino, el problema es que es una puerta que debe abrir un policía, tocamos como dos veces el timbre sin obtener respuesta y a punto yo de decirle que regresemos a taquilla para pedir más informes ella gira la perilla  de la puerta y se abre.

Entramos, no vimos al policía pero sí su mesa, sus cosas. Decidimos entrar más y no vimos a nadie. Como ella había estado antes me dice que bajemos unas escaleras porque ahí son los camerinos y quizá veríamos a la persona que buscamos. Bajamos unas escaleras que parecías escenario de película de terror americana actual, no había nadie, escuchamos voces  en el escenario y fue cuando nos asomamos a preguntar por la persona que nos diera entrevista pero sdijeron que no había nadie y no podíamos estar ahí. Decidimos esperar afuera de los camerinos pero para esto mi amiga buscaba un baño y sólo los camerinos  tenían baño, así que entró, me dijo que le echara aguas y cuando  empecé a escuchar ruido del escenario y gente hablando cualquier idioma menos el español fue cuando le hablé pero no me escuchó. Vi entrar varios chicos al camerino (porque sí, se le ocurrió entrar a los camerinos de hombres que parecían baños) y ella abrió la puerta saliendo. No  sabíamos qué hacer y esperamos sentados hasta que apareció la persona que entrevistariamos.

Después de preguntas sin sentidos nos invitaron a ver el calentamiento. Oh esa gente rusa parece hechas para que los dioses jueguen a las muñecas, la bailarina principal en el evento parecía muñeca de porcelana, blanca y fina como muñeca. Y no hablemos de toda la compañía... En fin.

La entrevista más que entrevista fueron preguntas como de chisme y al ver el calentamiento encontramos lugar privilegiado pero al empezar la obra fue cuando nos mandaron (por ser de prensa) a un lugar muy atrás, como los boletos sí estaban numerados en esta ocasión nos sentamos en lugares vacíos que no estaban vacíos y tuvimos que movernos en dos ocasiones terminando casi al frente donde no se veía muy bien nada. Al final tuve la oportunidad de ver el inicio de la obra, el calentamiento y estar en el camerino de los bailarines todo por  la módica
 cantidad de $0.00 cuando el boleto de entrada más barato era de $350.00.

Lo que no tomé en cuenta es que tuve que acompañar a mi amiga al canal a dejar unas notas que debía terminar. AL final regresé a mi casa a medianoche.

El águila y el dragón

Cuentan que la la Tierra en su nacimiento era la más frágil de todos los planetas, entonces los dioses decidieron cuidar más de ella, decidieron protegerla con un dragón y una águila. Ni el dragón ni el águila se veían pero ambos sabían de la existencia del otro. Vivían del otro lado de la Tierra y su belleza azul impedía que se alcanzaran.

Se dice que un día la Tierra comenzó a ser más hermosa que todos los planetas, comenzó a tener VIDA, y los dioses comenzaron a sentir celos de ella, con tal belleza temían que pudiera ascender al plano superior. Fue cuando decidieron castigarla por gestar algo que solo era producto de los dioses.

Primero enviaron una bola de fuego, pero el guerrero Dragón que surcaba los cielos la devoró, fiel a su único hogar y  su sagrada protección, jamás permitiría que la Tierra desapareciera. Desde ese momento el dragón tuvo  el aliento de fuego.

Después decidieron enviar una lluvia de hielo que el Dragón derritió antes de caer y cubrir el mundo de agua. La Tierra, comenzó hundirse con el peso pero la guerrera Águila abrió sus alas y sostuvo al mundo por primera vez.

Cuando los dioses vieron que estos grandes guerreros defenderían la Tierra para siempre decidieron dejar un regalo. Árboles y flores, uvas, fresas, semillas, aves y peces existían ya en la cada vez más hermosa Tierra. Es cuando dejaron un regalo que alegraría a la Tierra, alguien con quien hablar, un hombre y una mujer.

Los grandes guerreros del cielo no podían protegerla de algo que estaba en sí misma. Fue cuando la Tierra descubrió que aquel gran regaló divino era una gran maldición.  Hombre y mujer se hicieron uno sólo en más de una ocasión y poco a poco se expandieron por ella, la devoraban desde adentro, la consumían y acababan con su belleza.

La Tierra moría de a poco. Los humanos descubrieron que había dioses, que los crearon y les dieron la espalda por ser una simple maldición para aquél hermoso paraíso. Se dice que rogaron a los dioses para dejar que habitaran con ellos en lugares superiores pero ellos se negaron. Los humanos construyeron una escalera más alta que el cielo.

Frágil y decaída como en un inicio, la Tierra moría y fue cuando Águila decidió atacar, pero los hombres en su hambre de volar la derribaron y murió en un lago cayendo majestuosa. Se dice que el Dragón desde el otro lado del mundo sufrió tanto que escupió tanto fuego que agotó sus poderes y esa bola de fuego calienta la Tierra lentamente para acabar con los humanos.

El Dragón cayó pronto a la Tierra y se crearon montañas de colores y formas donde la vida creció alejando a los humanos en un paisaje de laberinto. Por otra parte el lago donde las alas del águila seguían se cubrió de plantas carnosas con espinas donde sólo las serpientes pueden moverse y las aves pueden moverse sobre sus fieras defensas en punta.

Se dice que el sacrificio final de los guerreros conmovió a los dioses. Es por ello que oscurecieron el cielo para que pudieran vivir un poco más y sanar la Tierra lastimada, mientras que cuando salga el Sol recuerden que si quieren alcanzar el cielo superior deben reparar lo que lastimaron. El Águila y el Dragón nunca se conocieron, pero unieron a partie de ese momento a la humanidad de un extremo al otro, en una misión divina que deberán cumplir si quieren seguir embelleciendo a la Tierra.

¿El amor toca mi puerta?

Para quienes me conocen saben que esas cosas del amor no es algo típico en mí, no soy como esas personas que tienen perfiles a escondidas en la red buscando el amor, incluso es algo que me mantengo al margen porque no lo entiendo.

En mis relaciones amorosas generalmente soy más esquizoide y torpe en esas cosas. Poco atraído pero no trastornado.

O eso creo.

En fin, no es algo que me angustie o me quite el sueño... hasta ahora. No digo que conocí a alguien porque técnicamente aún no es así, tampoco mi día se mantiene mi mente pensando en esa persona, es más generalmente estoy pensando más en gatos que en gente.

Pero no puedo pensar que por un momento alguien abrió un pedazo de esa coraza de guerra que  en algún momento me forjé para combatir el mundo. Me asuta, como muchas cosas en las que me comprometo.