Comenzaba la primavera en mi vida. Tenía más de 6 estaciones esperando.
Pero llegó el invierno.
Descubrí que la gente no tiene fogatas para los desamparados como yo. La gente no tiene un corazón cálido cuando hay nieve cubriendo su piel.
Y mi corazón se enfrió.
Pero un día, un cuervo vino a devorar mi corazón, lo dejó expuesto al frío y dolor.
Una lechuza blanca llegó y me calentó, mi corazón ardió por segunda vez. Con menos fuerza, pero más determinación.
La primavera ha vuelto, al menos en mi corazón.
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