Un cuarto de siglo.

Vi el fin del mundo terminar en varias ocasiones, viví el final de un milenio y aún veo el amanecer de nuevos días, tuve la oportunidad de ver dos Papas en el camino, llegué a ver a mi tierra sumida en la crisis y guerra, vi como pasamos de la paz a la violencia.

He visto el odio en el rostro de gente joven, he visto la inocencia perdida, sentí amor alguna vez y recordé por qué todos hablan del amor. He ganado y perdido, sé que me cuesta trabajo perder pero aún no estoy listo para ganar.

Tengo alma de 80 años y un cuerpo maltratado, tengo sueños de niño y esperanza de cumplirlos. Tengo problemas para dormir y esperanza de tener una gran historia para contar.

Tuve amigos y enemigos, soy de los que les da hambre por la noche pero no quieren una dieta. Me gustan los gatos por lo que son y no me agradan los perros porque uno me mordió, me gustaba ir al jardín de niños pero no quiero ser niño de nuevo. 

Soy inocente en muchas cosas, soy cínico a veces y tan seco como un desierto, me desespero fácilmente y me dan miedo muchas cosas, pero sigo adelante.

He aprendido mucho en esta vida y sé que vendrá más por aprender. Hoy seré un poco más histriónico y cínico y me desearé un feliz cumpleaños a mí. 
¡Felices 25!