Gracias papá por rendirte cuando intentaba aprender a andar en bicicleta, hoy conozco la ciudad por moverme en autobuses y a pie.
Gracias por aquellas horas que pasaban frente al televisor mientras yo pedía tu ayuda y nunca llegaste, ahora sé lo difícil pero alegre de hacer las cosas por cuenta propia.
Gracias por nunca darme un consejo, aprendí a escuchar a los extraños y por ello he conocido gente increíble.
Gracias por darme sólo dinero cuando te pedí amor, ahora... ahora no tengo algo para este punto pero tengo la esperanza de crear algo un día.
Gracias por hacerme sentir humillado tantas veces, aprendí a que quien más te quiere dejará la herida más profunda en ti.
Gracias por nunca contarme tu vida, aprendí a elegir a las personas a mi alrededor.
Gracias por nunca enseñarme a cambiar un foco o arreglar el lavabo, aprendí a hacer cosas observando.
Gracias por no defenderme nunca, no aprendí a hacerlo pero sí a no meterme en problemas.
Gracias por existir y hacer que no existes, me di cuenta que los súper héroes sólo viven en los cómics.
Y espero que agradezcas que no puedo enseñarte nada como hijo, porque ya lo he hecho, te toca a ti re-construir tu vida porque sé que no ha sido miel sobre hojuelas.
Para aquellos que piensen que es una historia triste, es sólo una historia cotidiana, piensen, por lo menos yo tengo a alguien a quien agradecer...
El respeto es distancia, a veces hay que perderlo.
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Oh, por muchas razones he estado fuera de Blogger, una de ellas no tenía ganas de saber del mundo virtual. La otra, no tenía ganas de nada.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.
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