A todos nos ha pasado, ese momento de desesperación, de dolor, de caos, de lo que quieran donde no podemos seguir adelante y en vez de encontrar la nada encontramos la puerta que bien podría ser a la pérdida, destrucción... locura como dicen algunos.
Ese momento está asechándome pero no me trae buenas noticias, sólo un desequilibrio en lo que está a puno de caer. Envidio a las serpientes que cambian de piel cuando crecen, porque mi piel sólo se hace más ancha cuando subo de peso pero no cambia.
He pensado en esas pastillas de felicidad porque mi coqueteo con otras cosas me ha dado mal resultado. Por ahora....
Cuando llega la cigüeña todo es felicidad, pero cuando llega la locura nada es felicidad, sin embargo conmigo no es algo desagradable sólo que el mensaje que me deja no es el mejor y más claro, casi siempre me deja un poco de creatividad. Ante su ausencia ocurre mi ausencia.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 3 semanas.
3 comentarios:
¿Cuando llega la cigueña todo es felicidad? Pues solo para quienes gustan de vivir autoengañados. Y pues, qué podría decir de las pastillas, sí funcionan. Sin saber cuándo dejen de funcionar o qué más ocurrirá, funcionan.
Me gustó mucho la analogía con la piel de las serpientes. Es una metáfora interesante sobre el cambio. Creo que podemos hacerlo dentro de nuestras mentes, son maquinarias biológicas muy flexibles. Pero duro no saber que hacer cuando sientes que la circunstancia te devora.(No me gusta hacerla de policía de la ortografía pero... ¡revisa el título, Guerrero!).
Saludos.
Jaja! Listo. No lo vi.
Saludos que bueno saber que sigues vivo.
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