La alarma del despertador me altera, sin ya preocuparme por apagarlo porque hoy será la última vez que suene.
Entro al agua y ahora puedo ver cómo es su mirada al mundo, salgo para secarme con el sol porque lo demás no me interesa.
Hoy es mi último día así que la vestimenta no es de gala. Sabía que la dama de negro volvería a dejar su olor cerca de mí, pero esta vez sería cuando el sol saliera.
Mis últimas horas antes de morir, mis últimos momentos antes de partir. Mi última sonrisa al espejo porque no dejan llevar maletas.
Doce rosas negras que anunciarán mi final, 20 minutos antes de medianoche para ir conmigo. No puedo llevar maletas pero te llevaré colgando de las alas.
La dama de hueso se acercará ahora porque en nuestro trato no podía tocarme antes de 18 pero la esperé más allá de 80 días y una vuelta al mundo.
Por lo menos puedo despedirme y saber que no me alcanzarás una vez que me atrapes, porque mi querida dama, hace mucho tiempo te llevaste lo que me importaba, ya he muerto en más de una ocasión.
Jaque... mate...
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 3 semanas.
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