En la capital de Oaxaca sólo hay dos cines, Cinépolis y Cinemex. Bueno en realidad hay otro pero ese es para voyeristas y solitarios, y a pesar del tiempo sigue funcionando, pero los dos principales (y aptos para toda la familia) son los dos mencionados. Cinépolis es lugar favorito por muchos de nosotros por su servicio más que por otras cosas, aunque Cinemex es unos pesitos más barato y tiene ahora tres sedes en tres plazas diferentes en lo personal he tenido malas experiencias con ese cine y en dos de sus tres plazas, la última apertura del nuevo cine tiene poco tiempo y como no fuera menos, y costumbre en a ciudad, la desventaja es que siempre está tomada esa plaza (por maestros al principio pero ahora generalmente taxistas) por eso no he ido...
En fin el día de ayer quedé de ver con una vieja amiga la película de Lucy que se me hizo interesante, por diversos motivos el día de ayer íbamos decididos a verla, considerando nuestra pobreza de ayer y otros factores que no vale la pena mencionar decidimos ir a la plaza (que por cierto me queda bastante lejos) para ver la película, al llegar aproximadamente a las 13:00 hrs. no nos quedó más que esperar hasta las 16:00 hrs. para ver la película, como está lejos del centro o de algo donde pueda entretenerse uno entre visitas a tiendas comidas y bancas pasamos esas horas, entramos veinte minutos antes a la sala y al ser las 4 en punto pensamos que seríamos los únicos pero llegó otra persona en solitario y una pareja más, 5 en una sala para ver Lucy.
Cuando el reloj marcaba las !6:03 y no empezaba la película hicimos bromas que no pondrían la película, o que se habían olvidado que tenían función en esa sala... y cuando pasaron otro par de minutos decidimos salir a preguntar sobre la película pero no vimos a nadie, hasta que se asomó un chico de gorra trabajador que no dijo nada pero entonces se escuchó que subió a la sala de proyección y quedamos tranquilos. Unos minutos esperando cuando se escucha de la sala de proyección una voz femenina decir "Y si les pones la de..." en aparente tono de broma y ahí es cuando los recuerdos de por qué tenemos prohibido ir a Cienemex regresaron.
Hace unos años cuando sólo estaba la sede de Cinépolis y Cinemex separados por unas cuadras de sus respectivas plazas fuimos inocentes a Cinemex ya que la función era más próxima aquí, entramos y compramos un refresco Sprite y para nuestra sorpresa una vez iniciada la película encontramos a simple sabor de agua mineral. En esa primera ocasión no hicimos ni dijimos nada y sólo salimos con la promesa de no regresar.
Un tiempo después y sin recordar las razones decidimos ir de nuevo cual mujer siguiendo dieta y rompimos nuestra promesa, en mi caso no volví a pedir Sprite pero mi amiga sí y está vez nos quejamos con el vendedor, nos hizo el cambio no sin antes recibir una lluvia de cuestionamientos de mi parte para lo cual sabía que no era el culpable pero lástima, él estaba ahí.
Prometimos no regresar pero cual pobreza traída por gobierno mexicano nos hizo volver a ese cine, no recuerdo la película, no recuerdo el número de sala, lo que sé que es que fuimos de los primeros en entrar y teníamos los mejores lugares, cuando llega un chico de gorra que nos dice que debemos cambiarnos de sala sin explicar el motivo y al llegar a la nueva sala muchos lugares ocupados y nos conformamos con lugares más o menos decentes. Volvimos a prometer no regresar.
Y hasta el día de ayer en lo personal no había regresado a ese cine, ya después de algunos años, no sé cuántos exactamente quizá unos dos años. La película que si bien no parece fuera del otro mundo pero que había sido una promesa entre amigos para verla sin importar nada, ella viendo Drácula y yo viendo Líbranos del mal (Deliver us from Evil) la semana pasada pero nunca Lucy... Y aquél día martes que decidí romper mi promesa y acudir a ese cine al ser casi las 16:20 hrs y no empezar la película vimos a un chico de gorra nuevamente frente a las 5 personas en toda la sala y nos dice que la película tuvo un problema con el proyector y eso no está en sus manos (sin especificar el problema) y que podemos entrar a ver otra película si queremos y nos firmarán nuestro boleto para ir después por otra película (por cierto nunca vi qué le pusieron a los boletos).
Cuando nos tocaba que firmaran nuestros boletos le pregunta mi amiga, porque yo tenía un ataque de risa desde que nos dieron la noticia, al chico de gorra si mañana estará disponible la película y le dice el chico "tendrías que ver la cartelera porque esa película termina de exhibirse esta semana, de hecho mañana es el último día y por lo que pasó con el proyector dudo mucho que la pasen,..." y entre explicaciones de no tardarnos muchos para ir con esos boletos nos dejaron 3 películas opcionales para ver, la primera era Drácula, yo no la he visto pero mi amiga sí, la segunda Líbranos del mal, yo la he visto pero mi amiga no, y la última, Cantinflas, nadie la había visto y nadie quería verla pero no quedaba nada interesante y después de la espera de 3 horas para ver Lucy y otra espera de 45 minutos en lo que esperábamos que empezara Cantinflas pudimos ver la película más aburrida que he visto en todo el año.
El destino el cruel y hace que hagas cosas que no pensabas hacer, como ver Cantinflas, o pensar en la idea de comprar Lucy en pirata porque justo antes de llegar vimos un puesto de películas donde estaba Lucy...
En fin, ya no prometí no regresar porque el cruel destino puede que me haga regresar tarde o temprano ahí. Sin película, con espera de 4 horas, y con mucho, mucho sueño, así fue mi día ayer.
Final del 2024
-
Este año fue muy crudo.
Crudo.
No encuentro mejor palabra para describirlo.
Mi salud, tanto física como mental, fue presionada contra los límites de lo ...
Hace 3 meses.
0 comentarios:
Publicar un comentario