Ni por un momento de sinceridad que ocurrió esa noche, ni por un sueño no logrado, ni porque estábamos frente a frente. La propuesta no se concretó aunque no sé si hubiera podido aguantar tres en un mismo lugar. Uno grande y otro sin motivación, sólo nombres y su piel.
Ni fui sincero esa noche pero tampoco goce para poder presumir, sólo el acto mismo fue lo que ocurrió. En las noches de cansancio lo recuerdo pero como una experiencia peligrosa, me gusta más recordar aquél campo silvestre que dejó marca en el cuello. Con sabor desagradable pero sabor a campo finalmente.
Cuando uno quiere alcanza sus sueños aunque no sean como lo esperaba, pero si se les da la oportunidad encontrará que se pudo lograr más. Por fin alguien deseaba algo más que una sola ocasión y yo no pude cumplir porque iba de salida, más desvanecido que presente.
En un momento recuerdo el sabor de piel a piel pero no me convence de nada. El fuego de esa noche no fue nada más que una llama, pero encendió.
Hoy no hay nada de eso, aunque la libertad es la herencia. Pero tranquilos queridos amigos, son desvarios de noches de locura, de riesgo... y que ojalá se repitan.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 3 semanas.
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