Y una noche podré volar un papalote sin que el viento mueve las nubes para tapare la luna, y podré ver a través de cada persona y encontrar mi lugar entre las estrellas, porque es ahí a donde vamos al final de morir.
Ni siquiera una muerte lejana pued einterrumpir el andar de la vida, porque seguimos siendo miles que día a día damos todo, y le robamos al mundo su energía, pero siempre nos tomamos un poco de descanso.
Ni el amor, ni la tristeza, ni ninguna emoción podrá contra lo que existe y lo que pasa. Ni la esperanza sobrevivirá a todo, sólo quedará la nada.
Pero yo esperaré subir a la cima de la montaña más alta con mi papalote y volar con él hacia el final.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 3 semanas.
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