Cuando dejo volar la tristeza el vacío no se llena de felicidad, cuando comienzo a tirar las sobras, no son recogidas por algún animal.
Al encender la luz se ocultan algunas sombras. Al soñar con Dios, puedo sentir que lo infinito tiene final.
No me he dicho todavía que no creo en dioses.
Quiero soñar con el cielo sin nubes oscuras, y volar como cuervo a su hogar, quiero volver a contemplar la luna en un tejado que pueda llamar hogar.
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