Lejos del mundo encontré un pez, que nadaba en busca de una mano amiga.
Le dije
- "Pero pecesito, tú no tienes manos, nunca podrás tener una mano amiga."
Él me respondió:
- "Bueno... Tú si tienes, incluso dos manos, y yo un corazón."
Desde entonces nadamos juntos, yo salgo a respirar de vez en cuando, siempre nadando juntos.
3 comentarios:
Conseguiste dos manos, un corazón y alguien con quien nadar. Qué suerte la tuya. :)
bonito cuento de amistad...
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