Me pongo a pensar en esos momentos en que quiero tener esta página abierta pero no puede, y cuando me decido a encender la computadora, que se tarda más que una eternidad gracias a la universidad y el descuido de quienes usan USB en todos lados (no me sorprende por qué algunos de ellos tienen hijos ahora), me encuentro con la frustrante impotencia de palabras congeladas.
Me ha costado poder encontrar el momento justo y motivación necesaria para escribir, porque cuando ocurre un gran tema o idea y la lenta reanimación computacional, todo eso se va a... no sé dónde.
Por ello se me acaba de ocurrir hacer algo como a la antigua, con una libreta y lápiz en mano, pero lo que ocurre con eso es que no escribo tan rápido y se me van y congelan las ideas por igual, además al momento de transcribir no es igual.
Creo que cuando inventen una red social (o algo similar) que pueda transcribir o proyectar esas ideas fugaces pero geniales será cuando la humanidad esté en el nivel más cercano a la perfección.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 3 semanas.
1 comentarios:
Otra forma sería la grabación de voz, y ya después transcribes cuanto se te haya ocurrido.
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