Sin respirar.
El cielo negro dejó de ser azul.
Atrapado con un desagradable olor que ya no sé si sale de mí o de lo que está a mi alrededor.
Con el calor que se siente debe ser porque estoy más allá del infierno.
No hay esperanzas ni sueños.
Pesadillas y sopor llevan mi día continuo.
Sudor en vez de agua corre en la ducha.
Las pisadas pesan, los pies ya no vuelan, las miradas se pierden.
El mundo dejó de tener color.
El invierno murió y no hubo primavera, las estaciones se acabaron.
No hay esperanza.
Desesperación y soledad.
Dicen que sigo vivo, yo no siento nada por eso dicen que estoy muerto.
No hay palabras inventadas para escribir lo que ya tuve un final.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.
1 comentarios:
Qué depresivo, camarada.
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