No estoy solo, voy de prisa por el mundo, voy sin ver más allá de lo que puedo, camino porque no puedo volar aún pero espero que mis alas lleguen cuando entienda cómo seguir andando, no quiero que me lleven quiero ir por mi camino. Ya he avanzado mucho para que me digan que voy por la ruta equivocada, ya he caído sobre muchas rocas para que el agridulce sabor del tropiezo me impida avanzar.
Hay caminos que en la vida no se eligen, hay momentos que nadie saber qué vereda seguir, hay decisiones que uno no tiene control, hay suelos que nunca se debieron pisar y hay líneas que se debieron seguir, pero eso no importa cuando lo único que queda son tus huellas sobre la vida, lo único que alcanza es el saber que llegarás al final del camino, que no encontrarás más forma de seguir que con tus propios pies.
En medio del camino no encontrarás más remedio que elegir seguir o quedarte, pero también puede regresar, y quizá encontrar más o perderte en tus huellas.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.
1 comentarios:
Perderte entre tus huellas y al final en la nada, lo que constituye el riesgo de todos los que piensan -pensamos- diferente.
En esas tus palabras hallé asociaciones a cosas melancolicas.
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