De como un día que parecía ir bien terminó mal

Un día jueves una persona se levantó cerca de las 3 de la mañana, decidió no dirmir y escuchar música y estar en redes sociales, no quería hacer la tarea que le faltaba porque no era tan difícil como creía. Se durmió nuevamente cerca de las 6 de la mañana y se despertó por segunda vez a las 8, pero decidió dormir un momento más, pues la tarea que tenía no era tan difícil, y entre despertares y dormires no pasó más que ver la hora y eran cerca de 10:30 cuando decidió levantarse totalmente.

Comenzó con la tarea, se distrajo comiendo y su vida tranquila en la mañana no se veía alterada por nada, se le hizo un poco tarde y como había quedado llegar media hora antes a la escuela para ver un trabajo, prefirió apurarse con el trabajo y terminó cerca de la 1 de la tarde, a pesar de que que había quedado de verse media hora después de esa hora en la escuela.

Y cuando iba a apagar la computadora recordó que tenía que hacer una fichas. No se preocupó mucho de no ser porque no tenía la impresora, llamó a su padre para pedirsela y le dijo que le habían dicho que no la iba a usar, le explicó que había olvidado un trabajo y que necesitaba imprimir en un papel especial, antes de colgar hizo un sonido produciendo el descontento de tener que llevarle la impresora a su hijo pero valía la pena tener que ahorrar dinero. 

Al imprimir salieron 35 hojas diferentes porque alguien colocó mal la configuración, una ficha por hoja, algo que no podía darse de lujo ya que tenía hojas contadas. Contó mal las hojas y se quedó la impresora detenida, no sabe lo que hizo pero cuando se dio cuenta reinició la computadora y la impresora que no arrancaba, dos veces lo hizo hasta que volvió a imprimir todo la impresora. Pero finalmente pudo imprimir, cambiaba la configuración y orientación de la página copiando y pegando y se dio cuenta que hay gente que no sabe cómo copiar.

Finalmente estaba por terminar cuando la computadora se detenía, se ponía negra la pantalla y no respondía, tres veces lo hizo y mientras se reiniciaba se tuvo que bañar. Al terminar el reloj marcaba cerca de 14:15, tarde para entrar a la primera hora pronto para estresarse con la segunda hora, pues en el segundo módulo se tenía que entregar el trabajo. Llegó a su cuarto, con regla y navaja en mano cortaba hojas, fueron fáciles hasta que llegó a las hojas únicas, donde nunca había tenido algo así para cortar, cortaba y cortaba, cortaba tanto que hasta el dedo se cortó, sangraba y cortaba y cortaba. 

Cortó mal por eso y las fichas quedaron mal. Pero no importaba, porque ya era tarde. Salió corriendo y esperó el camión, que tardo como 15 minutos en pasar, iba lleno y de lado de la ventana con sol, se iba quemando más e iba apretado. Se sentía mal porque estaba enfermo desde el sábado. Llegó a una papelería cercana y encontró dos amigos, estaban en la msima situación y se había resignado en no entrar al primer módulo. Engargolaron y al final pudo llegar a tiempo al segundo módulo para poder entregar el trabajo. Un trabajo que quedó mal pero fue entregado, ya se preocupará después.