Pero un pastel no se puede comer así como así, se necesitan platos por lo menos, entonces nos dirigimos a un dulcería cercana para ver si había platos y cucharas y comprar globos o dulces, mi amigo entró mientras yo esperaba en la entrada con el pastel y su mochila, había una pequeña banca en la entrada por lo que esperé. Cuando llegó me dijo que no había buenos dulces para regalar, entonces me levanté y anduvimos dando vueltas por el lugar mientras veía muchas cosas que quería comprar (como gomitas, hace mucho que no como). Él buscaba chocolates mientras yo veía las gomitas y otros dulces y pensaba que podíamos comprar varios y meterlos en una bolsa... cuando escucho que alguien dice:
Extraño: "Chist, oye..."
Volteo a ver y vi que era una mujer grande, con una señora más joven y un niño, supongo que eran abuela, madre e hijo, ellos venían adelantar de mi amigo pero se habían quedado a ver unas cosas y los había olvidado, pero no los conocía por eso me intrigo ve por qué me hablaban, sostuve la mirada como preguntando qué querían y es cuando la señora mayor habla:
Señora mayor con falda amarillo chillón y estilo tehuano: "Oye cuánto cuesta esto?"
Y debo admitir que me di cuenta qué pasaba ahí y que no actúe de la mejor forma que debí. ¡Me confundieron con un vendedor! Lo peor no es eso, lo peor es que en ese lugar llevan uniforme, y son mujeres las que estaban atendiendo! Me di media vuelta y no le hablé a esa señora, creo que se molestó porque luego la otra señora le dijo algo y sólo entendí algo así como "Es que no ha de trabajar aquí" a lo que la señora de falda amarillo chillón y estilo tehuano respondió "Pues yo que iba a saber"
Y tiene razón, pero es más que obvio que si no les haces caso la primera vez que hablan, que si no llevas uniforme, que si no eres una chica, que si no le preguntas qué se le ofrece y no le respondes es porque no trabajas en ese lugar.
Cuando salimos no podía procesar esa información y fuimos a la escuela, entonces iba hablando con mi amigo de otras cosas (y había olvidado el incidente) y como llevaba el pastel ocurrió de nuevo, un chico iba delante de mí, en mi dirección pero con lo que supongo era su celular, cuando levanta la mirada me ve y me dice "No, gracias". La típica frase que yo uso cuando le digo que no me interesa comprarle nada a alguien, esa frase que me hizo recordar el evento sucedido en la dulcería...
Y así fue como me volví vendedor.
3 comentarios:
Pffff... *tratando de contener la risa* a mi me confundieron una vez con una vendedora de libros (en una libreria y la gracias es que ahi tambien usan uniforme), pero como yo conozco esa libreria mejor que mi universidad pues no tuve problema... ¡¡y hasta me gane propina!! En mi corta vida he sido librera, guia de turistas franceses y hasta promotora del centro historico de Lobolandia. Lo malo es que del trabajo solo me queda la satisfaccion u__u
Felicidades por tus nuevos "empleos"... jijiji... xD
Simples confusiones...
errar es humano, equivocarse tambien...
y ser poco avispado tambien
:D
jajajajaja a mi me paso eso en una tienda de zapatos, se siente bien raro u_u
ya te podre venir a leer :D
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