No me juzgues tan rápido

Sólo ves lo que te muestro.
Te sigo manipulando y no te darás cuenta de ello, espero que no lo hagas, sólo eres un peón en el juego.
Sigues creyendo que soy el cordero indefenso pero es que no has visto el suelo donde mis garras se clavan y rasgan la tierra.
Mantén la vista arriba, por si algún día me ves levantarme de nuevo, verás que soy más alto de lo que imaginabas... y ahorrarás tiempo en levantar la mirada.
No esperes encontrar el amor que alguna vez busqué... y menos el fuego que intenté encender... eso ya es ceniza y sólo eres polvo para barrer y no aburrir mi vida.
Veo que crecer pero sigues siendo pequeño, todavía nos falta mucho por avanzar... pero a ti mucho más.
No esperaré sentado por alguien que golpeó dos veces...
La primera aguanté, pensé que era un error...
La segunda dolió, pero no quería responder... porque me ibas a conocer.
Esta vez te digo que soy de carne y hueso, no te vengas a quejar conmigo de los dolores de la vida porque tú me mataste.
No me hables de dolor porque aún me recupero de las heridas.
Sigue soñando pequeño corderito que Mary todavía no llega.
Sigue creyendo que estás arriba de mí porque te seguiré usando... no son los únicos que conocen la mente.
Finjo que no te conozco y aún así llegas, ¿ni las indirectas funcionan?
Mi paciencia no dura para siempre, en algún momento el hilo se corta y regresaré el golpe...
Algo nuevo, no me golpees que devuelvo.
N me busques que no me encontrarás porque nunca estuve ahí, sólo es lo que quiero que creas...
¿Quién es realmente el manipulado? ¿El corderito o el pastor?