Sin entrar a discusión por las cosas que son "buenas" y "malas" lo dejo a libre decisión de cada lector y/o lectora presente.
Aunque antes de entrar en detalles y como me gusta desvariar un poco explicaré el motivo de esto, el viernes pasado casi termino en la sala de urgencias a causa del calor, no fue muy grato saber que mi cuerpo no está acostumbrado al calor a pesar de vivir donde vivo, donde parece que el invierno es más que una brisa fresca que desaparece tras salir el sol. Con el celular en la mano y las redes sociales en mente no para de ver que entre tuits y personajes están los intentos de bohemios que se alzan con el disfraz de perfección, y que todas, absolutamente todas esas cuentas que intentan mantener la imagen romántica del ser humano en el sentido que consideren hablan de las cosas "buenas" (a partir de este momento dejaré las comillas por comodidad, ustedes no) que ocurre en la vida.
Y seguramente como cuando se publican comentarios que van en "contra" de dichas ideas los tachan d epesimistas o de insensibles o lo que quieran, pero no pueden negar que las cosas malas a veces parecen buenas y las cosas buenas no siempre son sanas. Como un tuit que está de moda ahora y dice cantinfleando un poco que ama a un pendejo en vez de conseguirse algo mejor, pero leyendo la traducción en un lenguaje lógico quiere decir que la persona está demostrando sus rasgos masoquistas y además, probablemente, está con baja autoestima por eso el sujeto llamado pendejo la tiene aferrada a la ilusión de cual surge ("casualmente") este tipo de cuentas.
Ahora no es el caso de venir a hablar sobre esto, el caso es que olvidamos que a veces las cosas que parecen malas resultan ser buenas, y la realidad no siempre es agradable, pero ver las cosas malas ayuda porque de no ser por lo malo que me paso, por ejemplo el viernes, estaría caminando desde la mañana bajo el calor y en el mejor de los casos sólo tendría sed, pero quizá en unos años sería estadística de cáncer de piel (odio que a veces las cosas que escribo y pienso parezcan rimas). Y así como muchas otras ilusiones de cosas buenas en la vida me gusta destruirlas cuando sé que no son real, y las cosas malas que dejan lección también me gusta tomarlas, aunque en este caso lo único que entendí es que mi cuerpo no está diseñado para tanto, ni siquiera a los 40° C llegamos y he estado en temperaturas así pero esta vez caí, y sentí dolor como pocas veces, ante esto me doy cuenta que no soy un masoquista para querer repetir esto, pero sí para entender que no podemos dejar que el mundo siga creyendo que sólo hay cosas malas y buenas, cuando existen disfraces.
Vendedor ambulante
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Mi vocabulario no viene de la educación formal
Hoy lo revolucionario radica en lo tradicional
Con tantos cambios se pierde tu individualidad
Las modas pasan...
Hace 2 semanas.